Las emisiones de gases de efecto invernadero de los grandes herbívoros no son un fenómeno actual. El profesor Pulina aclara este tema, y revela un aspecto a destacar: si elimináramos todas las granjas y los animales estuvieran libres para pastar en la naturaleza, su contribución a los gases de efecto invernadero sería exactamente la misma.

Parece paradójico que en un mundo donde miles de toneladas de gases de efecto invernadero de coches, aviones, barcos, centrales eléctricas, fábricas, vertederos, campos de arroz, etc. se descargan a la atmósfera todos los días, queremos culpar a la flatulencia de los animales herbívoros de las granjas por el efecto invernadero y el cambio climático, un fenómeno completamente natural con orígenes muy antiguos. Accede a más información en inglés en Carni Sostenibili