Controlar la sanidad de los animales en las granjas puede requerir el uso de medicamentos veterinarios, incluidos los antibióticos. Independientemente de la clase de manejo empleado en la granja, los animales, al igual que las personas, pueden enfermar y los ganaderos tienen la obligación moral y legal de mantener sanos a sus animales y asegurarse de que reciban el tratamiento adecuado. Es por ello que a veces los ganaderos necesitan administrar antibióticos.

Los antibióticos se utilizan únicamente para tratar animales enfermos siguiendo las indicaciones de un veterinario. En Europa los antibióticos solo se pueden adquirir con receta veterinaria, y por tanto se pueden usar únicamente si hay diagnóstico por parte de un veterinario y con prescripción veterinaria. 

El veterinario puede recetar antibióticos para controlar una enfermedad en un grupo de animales cuando ya hay uno o más animales afectados para prevenir el contagio de una infección cuando no existen otras alternativas adecuadas. El veterinario también puede recetar antibióticos para un animal en concreto o para un número reducido de animales para prevenir infecciones cuando existe alto riesgo de contagio, por ejemplo, después de ciertas intervenciones quirúrgicas. Los antibióticos no se pueden utilizar de manera rutinaria, ni para compensar una mala higiene, una cría inadecuada o una mala gestión de la granja. En Europa los ganaderos han suscrito los principios de Uso Responsable de la Plataforma Europea para el Uso Responsable de Medicamentos (EPRUMA) siguiendo el marco de Mejores Prácticas para el uso de antibióticos en animales destinados a la producción de alimentos. EPRUMA establece una serie de directrices sobre cómo impulsar la sanidad animal óptima como parte de un plan de gestión de granja, con el objetivo de reducir la necesidad de utilizar antibióticos. 

Las directrices se basan en un enfoque holístico hacia la reducción de enfermedades mediante una aproximación basada en la prevención del contagio, y comprenden los siguientes puntos:

  • Bioseguridad: un conjunto de medidas preventivas que tienen como objetivo mantener sanos a los grupos de animales o controlar el contagio entre una población animal
  • Buen alojamiento y ventilación
  • Buena higiene
  • Nutrición adecuada
  • Monitorización sistemática de la sanidad y bienestar
  • Planes sanitarios
  • Uso de pruebas diagnósticas
  • Vacunación
  • Informar de cualquier acontecimiento adverso al sistema de farmacovigilancia

España es miembro de esta Plataforma Europea, a través de la iniciativa “Vetresponsable”, iniciativa de uso responsable de medicamentos veterinarios, incluidos los antibióticos www.vetresponsable.es

A través de la iniciativa “Vetresponsable” se han desarrollado guías por especie sobre el uso responsable de medicamentos veterinarios incluidos los antibióticos.

¿No existen otras alternativas al uso de antibióticos?

Cuando un animal está afectado por una enfermedad bacteriana, no hay alternativas al tratamiento con antibióticos para ese animal. No obstante, existen ciertas acciones y productos para prevenir la infección que pueden reducir la necesidad de usar antibióticos. Estos se pueden dividir en dos categorías: 

  • Preventivas: bioseguridad, buen alojamiento y ventilación y el uso de vacunas que protegen a los animales de ciertas enfermedades
  • De apoyo: aquellos productos que ayudan a mantener la buena sanidad animal, como una nutrición óptima y los probióticos

Actualmente no existen alternativas terapéuticas a los antibióticos autorizadas para su uso en el ganado en Europa, pero sí existen una variedad de productos que mejoren la susceptibilidad, como pueden ser los modificadores de virulencia. 

La nutrición tiene una función importante, incluso esencial, para mantener una óptima sanidad y bienestar animal. Los aditivos que se utilizan en los piensos para animales de granja contribuyen de forma crucial para asegurar una nutrición adecuada y un óptimo bienestar animal. Dichos ingredientes no solo garantizan la seguridad del pienso (por ejemplo, al reducir la presencia de microorganismos no deseados), sino que pueden mejorar la digestibilidad y mantener el equilibrio de la flora intestinal del animal, apoyando el bienestar, resistencia y adaptación a posibles infecciones o factores de estrés.