AGRICULTURA REGENERATIVA: LOS CONSUMIDORES CREEN QUE ES MEJOR AUNQUE DESCONOCEN QUÉ ES

Un estudio del Observatorio del Consumidor de Alimentos del EIT sobre la percepción de los consumidores europeos acerca de la agricultura regenerativa muestra que, en general, los consumidores piensan que es una mejor manera de practicar la agricultura, pero no entienden del todo lo que implica. Según la encuesta realizada a 81 miembros de 17 países de la UE, muchos europeos pueden intuir qué es la agricultura regenerativa y creen que los alimentos procedentes de ella son, en general, mejores para el planeta. Aún así, falta comprensión acerca de lo que conllevan estas prácticas, ya que muchos las confunden con las producciones ecológicas.

No hay una definición universal aceptada para el término agricultura regenerativa.

La agricultura regenerativa ha cobrado un impulso considerable en los últimos años, llamando la atención de agricultores, ganaderos, empresas, investigadores, consumidores, políticos y medios de comunicación por igual. Sin embargo, no existe una definición consensuada, oficialmente reconocida y universalmente aceptada de agricultura regenerativa, la última palabra de moda en los círculos agroalimentarios y de sostenibilidad. La adopción generalizada de este término entre los agricultores sigue siendo limitada, al igual que el conocimiento de estas prácticas por parte de los consumidores.

Según el informe de la encuesta, las definiciones actualmente se basan en la perspectiva de los científicos, agricultores y profesionales, pero se pasa por alto la del consumidor. Las publicaciones científicas sobre agricultura regenerativa abordan diferentes cuestiones, desde la calidad del suelo al cambio climático, y a diferentes escalas, desde la granja local a todo el sistema alimentario. Sin embargo, parece haber consenso entre los científicos en que la agricultura regenerativa es un servicio del ecosistema y debe dar prioridad a la conservación del suelo, así como a las dimensiones sociales y económicas de la producción alimentaria.

Los cinco principios fundamentales de la agricultura regenerativa

Según el EIT, la agricultura regenerativa generalmente hace referencia a prácticas que conservan y restauran los ecosistemas, desde la restauración de la capa superficial del suelo y la biodiversidad hasta la retención de carbono mediante la reducción de labranza o la plantación de cultivos de cobertura entre cosechas. Más que caracterizarse por métodos de cultivo específicos, la agricultura regenerativa se guía por principios. Los cinco principios fundamentales de la agricultura regenerativa son minimizar la alteración del suelo, reducir al mínimo los productos químicos, maximizar la biodiversidad, tanto animal como vegetal, mantener el suelo cubierto de cultivos el mayor tiempo posible y adaptarse al entorno local.

La ganadería puede desempeñar un papel fundamental en la agricultura regenerativa

La ganadería ayuda a reducir el uso de abonos químicos, ya que el estiércol actúa como un fertilizante natural para el suelo, sin el cual habría que aumentar el uso de abonos químicos. La presencia de animales también ayuda a restaurar la capacidad natural del suelo para absorber las emisiones de CO2 y proteger la biodiversidad. La presencia de rastrojos de pastoreo y el “Labranza mínima o nula” son, por ejemplo, prácticas clave de la agricultura regenerativa para proteger y mejorar la estructura del suelo, ayudar a retener el agua, los nutrientes y la materia orgánica, y contribuir a la viabilidad biológica del suelo y a la mineralización natural.

Principales conclusiones de la encuesta del EIT

La encuesta del EIT reveló que a los consumidores les gusta el concepto y se sienten especialmente atraídos por los alimentos sin “productos químicos”, pesticidas o fertilizantes artificiales. Reconocen los beneficios de la agricultura regenerativa, como el respeto al medio ambiente, la mejora del bienestar animal y la mayor calidad de los alimentos producidos. Los participantes también creen que los alimentos producidos mediante sistemas de producción regenerativa, incluidos los productos animales como la carne, los lácteos y especialmente los huevos, serán mucho más sabrosos. Los participantes piensan que los animales criados con estas prácticas regenerativas vivirán más sanos y felices, con mayores beneficios para la salud y el medio ambiente.

Pero, según la encuesta, muchos creen erróneamente que estas prácticas sólo pueden aplicarse a las explotaciones pequeñas y locales. En consecuencia, creen que la agricultura regenerativa no es una solución que se pueda extrapolar a los problemas de la producción europea y que los intentos de hacerlo socavarían la seguridad alimentaria y provocarían un aumento de los precios al por menor para los consumidores. Los consumidores quieren saber más sobre este tema. Muchos de ellos, no saben o no entienden cómo se cultivan o cómo se obtienen sus alimentos, qué tipo de tecnologías y de sustancias químicas se utilizan y cómo afectan a su salud. No están satisfechos con lo poco que saben y agradecerían recibir más información.

Para que la agricultura regenerativa tenga éxito, es necesario que los consumidores la acepten

En la actualidad, las empresas no tienen la información suficiente sobre los consumidores como para desarrollar estrategias eficaces de comercialización de los productos que fabrican, y los políticos responsables tienen dificultades para estandarizar la legislación, en parte porque no existe una definición clara que resuene entre los consumidores. Para que la agricultura regenerativa tenga éxito y los productos producidos en granjas regenerativas triunfen en el mercado, es esencial la aceptación de los consumidores.

Como dice el informe, a ciertos consumidores les llevó bastante tiempo comprar alimentos ecológicos de forma habitual, así que si se les transmite la idea de que sus esfuerzos por elegir alimentos más sostenibles no son suficientes, el ciclo de la culpabilidad podría reiniciarse.

En resumen, la encuesta reveló opiniones bastante positivas sobre las prácticas de producción convencionales actuales. Las principales preocupaciones sobre la producción de alimentos parecen centrarse en el uso de productos químicos. Los encuestados también creen que se culpa continuamente a los ganaderos de los problemas medioambientales, pero piensan que deberían ser los únicos responsables de la transición. Es bueno ver que los encuestados comprenden que a los agricultores y ganaderos les cuesta esfuerzo, tiempo e inversión financiera evolucionar a las prácticas regenerativas.

Fuente: Artículo original de la European Livestock Voice