Consumir cantidades moderadas de carne roja protege contra la diabetes tipo 2

Un nuevo estudio evidencia que consumir cantidades moderadas de carne roja puede ayudar a proteger contra la diabetes tipo 2. La investigación examinó los efectos globales del consumo de verduras, frutas y carne roja en la incidencia de la diabetes, que actualmente es el tercer problema de salud más importante a nivel mundial. Este trastorno metabólico, vinculado principalmente a malos hábitos de vida, se debe a la producción insuficiente de insulina o a la incapacidad del organismo para utilizarla eficazmente. En 2021, 537 millones de adultos en todo el mundo vivían con diabetes, y se prevé que esta cifra aumente a 783 millones para 2045. En general, la diabetes se ha convertido en un importante problema de salud pública que requiere estrategias eficaces para frenar su progresión.

Un estudio con datos globales del Estudio de la Carga Mundial de Enfermedades (GBD) de 2019 reveló que aproximadamente el 25,7 % de los problemas relacionados con la diabetes tipo 2 en todo el mundo están relacionados con nuestra dieta. Esto pone de relieve el importante papel que desempeñan nuestros hábitos alimenticios en el riesgo de desarrollar diabetes. Además, consumir alimentos poco saludables puede agravar la situación, ya que aumenta la probabilidad de sobrepeso u obesidad, lo que a su vez incrementa el riesgo de desarrollar diabetes. Existe un amplio debate sobre los efectos de las verduras, las frutas y la carne roja en la carga de la diabetes, con conclusiones divergentes respecto a su impacto en los niveles de glucosa en sangre y los marcadores de insulina. Estas diferencias podrían estar estrechamente relacionadas con las variaciones regionales. Por lo tanto, es fundamental adoptar un enfoque global para comprender plenamente la influencia específica de estos factores dietéticos en la diabetes.

Esta nueva investigación combinó datos de la Carga Mundial de Enfermedades (2021), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la OMS para analizar el impacto de las verduras, las frutas y la carne roja en la carga mundial de diabetes, considerando las diferencias por país/región y año. El objetivo era comprender la distribución de la carga de morbilidad de estos alimentos y el consumo per cápita en 2021, así como examinar las tendencias entre 2010 y 2021. Los resultados destacaron que, a nivel mundial, la carga de morbilidad aumentó entre 2010 y 2021, acompañada de un aumento del consumo per cápita de verduras y frutas, pero una disminución del consumo de carne roja.

La respuesta es un consumo moderado.

En cuanto a la relación entre el consumo de verduras y la carga de diabetes, los resultados mostraron que un mayor consumo de verduras generalmente se asocia con una menor incidencia de diabetes, pero un consumo excesivo puede tener efectos negativos. Las verduras son ricas en fibra dietética, que ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre, colesterol y peso corporal, factores que reducen la carga de diabetes, especialmente en personas sanas. Un consumo moderado (menos de 80 kcal/cápsula/día ≈ 320 g/cápita/día) puede mejorar la salud intestinal y actuar como antioxidante, reduciendo aún más el riesgo de diabetes. Por otro lado, consumir demasiadas verduras (más de 80 kcal/cápsula/día ≈ 320 g/cápsula/día) podría provocar desequilibrios nutricionales, como insuficiencia de proteínas, vitaminas y minerales. Esto podría aumentar los riesgos metabólicos, como la obesidad y el colesterol alto, lo que a su vez incrementa el riesgo de complicaciones y mortalidad relacionadas con la diabetes. Asimismo, el consumo moderado de fruta (alrededor de 40-100 kcal por persona al día ≈ 80-250 g/cápita/día) se asocia con un menor riesgo, gracias a los compuestos polifenólicos con propiedades antidiabéticas. Sin embargo, si bien una cantidad moderada de fruta puede ayudar a controlar la glucemia, un consumo excesivo (más de 100 kcal/día) puede provocar resistencia a la insulina y estrés oxidativo debido al exceso de fructosa.

En cuanto a la carne roja, los resultados mostraron que un mayor consumo de carne roja se asocia con menos casos nuevos de diabetes; un consumo moderado reduce el riesgo, mientras que un consumo tanto demasiado bajo como demasiado alto de carne roja lo aumenta. El consumo moderado de carne roja, especialmente de cortes magros y ricos en proteínas, ayuda a mantener un metabolismo normal de la glucosa y puede reducir los niveles de azúcar en sangre, insulina y triglicéridos después de las comidas. Por otro lado, el consumo excesivo de carne con alto contenido de grasas saturadas puede dañar las células productoras de insulina, reducir la sensibilidad a la insulina, aumentar el peso corporal y aumentar el riesgo de diabetes. Los métodos de cocción son importantes, ya que la cocción a alta temperatura y con alto contenido de grasa puede conducir a la formación de productos finales de glicación avanzada (AGE), que promueven el estrés oxidativo y la inflamación, contribuyendo aún más a la carga de enfermedades.

La dosis hace el veneno

Este estudio sugiere la existencia de un «período de protección» para el consumo moderado de verduras, frutas y carne roja, que se refiere a un rango óptimo de consumo donde estos alimentos pueden tener beneficios para la salud o reducir el riesgo de enfermedades. Comer muy poca carne roja puede no aportar suficientes nutrientes esenciales, como el hierro hemo o las proteínas de alta calidad, mientras que comer demasiada carne roja con alto contenido de grasas saturadas o cocinada con métodos inadecuados puede aumentar el riesgo. Según el estudio, el rango protector de la carne roja se sitúa en torno a las 200 kcal/cápita/día (≈ 100–120 g/cápita/día), y puede contribuir al equilibrio metabólico y reducir la carga de enfermedad.

Estos hallazgos enfatizan que «la dosis hace el veneno», ya que incluso alimentos saludables como frutas y verduras tienen umbrales óptimos de ingesta más allá de los cuales los beneficios pueden estancarse o revertirse. La carne roja, a menudo considerada perjudicial, puede ser protectora si se consume con moderación, mientras que una ingesta insuficiente también puede conllevar riesgos. En definitiva, lo más importante no es demonizar alimentos individuales, sino mantener una dieta sana, equilibrada y completa, acompañada de actividad física regular. Este enfoque es esencial para reducir eficazmente la carga de la diabetes y promover la salud a largo plazo.

Fuente: Moderate amounts of red meat are protective against type 2 diabetes | European Livestock Voice