EUROGRUPO PARA LOS ANIMALES: CUIDADO CON LA CRÍA DE INSECTOS

La cría de insectos, promovida como una revolución para la sostenibilidad alimentaria, está ahora en el centro de acalorados debates. Según Eurogroup for Animals, desde 2017, con la flexibilización de la normativa europea, nueve especies de insectos, entre ellas la mosca soldado negra y el gusano de la harina, han sido autorizadas para la producción de alimentos y piensos. Sin embargo, a pesar de que los defensores presentan esta práctica como una solución a los problemas agrícolas, cada vez surgen más críticas.
Una cuestión fundamental, destacada por el grupo de presión con sede en Bruselas, es que la industria de los insectos no se centra principalmente en el consumo humano. Eurogroup cree que la industria se centra más bien en producir piensos para la «cría intensiva» de otros animales y afirma que este enfoque no resuelve los problemas medioambientales asociados a la agricultura convencional. El informe destaca que estudios recientes indican que las proteínas derivadas de insectos, especialmente cuando se alimentan con cereales en lugar de residuos alimentarios, pueden tener un mayor impacto ambiental que ingredientes convencionales como la harina de soja.
Además, a pesar de las afirmaciones de que la cría de insectos contribuye a una economía circular, al convertir los residuos alimentarios en proteínas, Eurogroup for Animals señala que este concepto es difícil de aplicar en la práctica. Debido a problemas logísticos y económicos, muchos productores de insectos utilizan materias primas, como cereales y subproductos agrícolas, que podrían destinarse directamente al consumo humano o animal.
Otra preocupación importante señalada en el informe se refiere a los riesgos de bioseguridad. Los insectos de granja, a menudo especies no autóctonas, podrían amenazar los ecosistemas locales en caso de liberación accidental. Además, el creciente uso de la manipulación genética para mejorar la productividad de los insectos añade más riesgos, ya que las especies modificadas genéticamente podrían extenderse al medio natural causando posibles daños ecológicos.
En cuanto al abastecimiento alimentario, la cría de insectos se presenta a menudo como una solución para reducir la dependencia europea de los piensos importados. Sin embargo, Eurogroup for Animals subraya que gran parte de la producción europea de insectos se está desplazando a regiones de bajo coste, como el sudeste asiático, lo que socava la autosuficiencia alimentaria de la Unión Europea. Además, la seguridad de los subproductos de la cría de insectos, como los excrementos utilizados como abono, es objeto de debate. Investigaciones recientes han puesto de relieve los riesgos potenciales para la salud de las plantas asociados al uso de estos subproductos.
Conocido por su preocupación por el bienestar de los animales, el informe del Eurogrupo también pone de relieve que el bienestar de los insectos de granja es una cuestión que se pasa por alto en gran medida. Los estudios revisados para el informe sugieren que algunas especies de insectos pueden ser capaces de experimentar dolor. Y, como señala el Eurogrupo por el Bienestar Animal, en la actualidad no existen normas específicas para proteger el bienestar de los billones de insectos que se crían de forma intensiva, expresando su preocupación por este vacío normativo, dada la escala de la industria y el sufrimiento potencial infligido a estas criaturas.
En su conclusión, Eurogroup for Animals destaca que, aunque la cría de insectos ofrece beneficios potenciales, existen numerosos retos relacionados con la sostenibilidad medioambiental, el abastecimiento alimentario y el bienestar animal. El informe solicita una evaluación más profunda de sus repercusiones reales y un marco regulador más riguroso antes de fomentar su expansión en Europa.