Los Gases de Efecto Invernadero (GEI) y sus diferentes impactos en el clima

El metano es el segundo gas que contribuye en mayor medida al calentamiento global después del CO2. Sin embargo, evaluar la importancia del metano como gas de efecto invernadero (GEI) es más complicado que evaluar la del CO2, según un artículo reciente publicado porAnimal Task Force (ATF).

El metano representa el 14% de las emisiones globales de los gases de efecto invernadero y es el responsable de aproximadamente el 30% del aumento de la temperatura global. Cerca del 41% de las emisiones mundiales de metano proviene de fuentes naturales como humedales, quema de biomasa y de otras fuentes como rumiantes salvajes, termitas, océanos y permafrost y el 59% restante proviene de fuentes antropogénicas. Entre estas fuentes, la agricultura representa más del 40% del total. La Unión Europea es responsable de sólo el 5% de las emisiones antropogénicas mundiales de metano.

Todos estos datos son de gran interés, pero por sí solos, no representan lo que realmente significa en términos de impactos ambientales. Esta es la razón por la cual la reducción en el número de cabezas de ganado se ha convertido en una solución fácil a nuestros problemas climáticos.

En primer lugar, los datos no contemplan que los sistemas de rumiantes pueden eliminar CO2 de la atmósfera mediante el secuestro de carbono en el suelo bajo pastizales e infraestructuras agroecológicas asociadas. En segundo lugar, las cifras por sí solas no difieren entre las emisiones de metano y las del CO2. Pero muchos científicos advierten sobre las diferencias entre ellos, en concreto hacen referencia la corta vida del metano. Este es un hecho importante ya que a pesar de que el metano es un potente GEI, tiene una vida corta, con una vida media de 10 años.

Precisamente por este motivo es necesario tener en cuenta todos los hechos y no limitarnos a mirar los datos sin interpretarlos. Los científicos han descubierto que el potencial de calentamiento global GWP100 no es una buena medida para evaluar cómo contribuye el metano al calentamiento. Por lo que proponen el Potencial de Calentamiento Global (GWP*) como una manera alternativa de medición, ya que explica mejor el efecto que tiene el metano sobre la temperatura. A diferencia del metano, el CO2 tiene una vida útil muy larga y se necesitarán miles de años para que los niveles de CO2 vuelvan de forma natural a los niveles preindustriales. El impacto negativo del CO2 sólo dejará de aumentar cuando las emisiones de CO2 se reduzcan a cero neto.

Como se destaca en el documento de la ATF, el sexto informe de evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) establece claramente que las emisiones de CO2 deben reducirse a cero neto para limitar el calentamiento global inducido por el hombre. Por el contrario, no incluye que las emisiones de metano u óxido nitroso deban reducirse a cero neto. Esto implica que se necesitan objetivos separados para el CO2, el metano y el óxido nitroso. El objetivo del CO2 debe ser llegar a cero emisiones netas lo antes posible, mientras que no es necesario que las emisiones de metano lleguen a cero emisiones netas para reducir de manera notable el calentamiento. Está claro que los diferentes GEI deben tratarse de manera diferente.

Además, debemos señalar que el metano se divide en dos subtipos para evaluar su potencial sobre el calentamiento: metano biogénico y metano procedente de combustibles fósiles. El metano biogénico es producido por plantas y animales debido al reciclaje de carbono en el ciclo del carbono. En otras palabras, proviene del CO2 que ya se encuentra en la atmósfera. Sin embargo, el metano de los combustibles fósiles procede de una fuente profunda en la tierra que se ha ido produciendo durante millones de años. Cuando se lleva a cabo su quema para la obtención de energía, se libera CO2 a la atmósfera. Esta diferencia es reconocida por los científicos en los Potenciales de Calentamiento Global en los que asignan diferentes valores a cada tipo de metano: el GWP100 del metano fósil tiene un valor de 29,8 y el del metano no fósil de 27.

Los científicos destacan que se debe priorizar las reducciones de metano del sector energético, alineándose con los planes para que el sector energético reduzca su dependencia de los combustibles fósiles. La Estrategia de Metano de la Unión Europea indica que la energía es donde se pueden reducir las emisiones de una manera más rápida y con menos costes. También es necesario reducir el metano procedente de los residuos, y minimizar la cantidad de residuos biodegradables que van a los vertederos ya que todo ello ayudará a evitar la formación de metano a partir de esta fuente.

Por supuesto, el metano procedente de la agricultura también debería reducirse tanto como sea posible, pero de tal forma que la producción de alimentos no sea perjudicada. Algunas emisiones de metano del ganado no se pueden evitar, ya que se deben a que los rumiantes pueden convertir alimentos no comestibles en productos alimenticios altamente nutritivos. Esto no debe pasarse por alto, ya que demuestra cómo las emisiones agrícolas de metano son particularmente complicadas de reducir, ya que están relacionadas principalmente con procesos naturales. Actualmente no existen tecnologías para reducir las emisiones entéricas a cero, pero la Estrategia de Metano de la Unión Europea identifica algunas estrategias para reducir las emisiones agrícolas dentro de las cuales incluyen: la mejora de la dieta de los animales, el manejo del rebaño, la gestión del estiércol (en particular su uso en fertilizantes y generación de biogás), cría, salud del rebaño y bienestar animal, y cultivo de carbono. No debemos pasar por alto el hecho de que la ganadería no sólo proporciona alimentos y nutrición, sino que también proporciona importantes servicios ecosistémicos y contribuye a otras producciones como el cuero, las pieles, la lana y la energía a partir del biometano. Como recomienda el Animal Task Force, la creación de diferentes opciones para la mitigación del metano debería ser una alta prioridad para la actividad de investigación e innovación de la Unión Europea, y que el objetivo para llevar a cabo una reducción adecuada del metano agrícola debería evaluarse mediante el uso de la base científica que tenga en cuenta la vida corta que tiene metano.

Fuente: Artículo original de la European Livestock Voice