UNA VISIÓN ESTRATÉGICA PARA EL FUTURO DE LA SALUD ANIMAL EN EUROPA

Los animales desempeñan un papel fundamental en la vida europea, desde la configuración de los paisajes rurales hasta el suministro de alimentos, la compañía y los servicios ecosistémicos esenciales. Por lo tanto, es fundamental garantizar su salud y bienestar. En los últimos años, Europa ha sido testigo de un preocupante aumento de los brotes de enfermedades animales, entre ellas la peste porcina africana (PPA), la gripe aviar altamente patógena (HPAI), la lengua azul (BTV) y la dermatitis nodular contagiosa (LSD), incluso en regiones que antes se consideraban de bajo riesgo. Estos brotes suponen una grave amenaza no solo para la salud animal, sino también para los medios de vida de los ganaderos, la estabilidad de las comunidades rurales y la seguridad del suministro alimentario de la Unión Europea. Las consecuencias económicas, medioambientales y sociales pueden ser devastadoras.
Se necesita un cambio urgente en la forma en que Europa aborda las enfermedades animales
A pesar de ello, la estrategia de respuesta predominante sigue siendo en gran medida reactiva. Por lo general, solo se toman medidas una vez que la crisis está en marcha, recurriendo a medidas drásticas y a menudo traumáticas, como el sacrificio masivo, las cuarentenas y el cierre de mercados. Incluso la vacunación, una de las herramientas más eficaces disponibles para prevenir la propagación de enfermedades, a menudo se pasa por alto o se retrasa. Las vacunas tienden a desarrollarse y desplegarse solo después de que los brotes ya hayan comenzado, como se ha visto recientemente con la aparición de la cepa BTV-3 en los Países Bajos. Este enfoque de «apagar incendios» ya no es sostenible, ni suficiente para proteger a los animales o a los ciudadanos de Europa.
La federación de medicamentos veterinarios AnimalhealthEurope ha pedido un cambio urgente hacia una estrategia de «prevención de incendios»: una estrategia que anticipe los riesgos, dé prioridad a la preparación y permita una acción rápida y coordinada antes de que las enfermedades se salgan de control.
Muchas partes coinciden, incluidos los ministros de Agricultura y Pesca, en que es necesario un cambio fundamental en la forma en que Europa aborda las enfermedades animales, alejándose de una mentalidad impulsada por las crisis hacia una estrategia proactiva, integrada, oportuna y a largo plazo. En la reunión de Agricultura y Pesca de mayo de 2024, Hungría añadió el asunto de la vacunación, una herramienta en la lucha contra las enfermedades animales que contó con el apoyo de otros 12 Estados miembros.
Aunque ya existe legislación de la UE sobre enfermedades animales transmisibles, la experiencia reciente ha dejado claro que las leyes por sí solas no bastan para prevenir las graves consecuencias de los brotes de enfermedades. Al mismo tiempo, la actual política comercial de la UE no fomenta un enfoque proactivo de la vacunación. La aceptación de las vacunas entre los ganaderos sigue siendo irregular, debido en gran medida a la persistente preocupación por las restricciones comerciales que afectan a los animales vacunados y sus productos.
Cuatro medidas clave para la salud animal:
Para garantizar que Europa esté realmente preparada para futuras emergencias zoosanitarias, se necesitan medidas estratégicas centradas en la prevención, la innovación y la eficiencia, al tiempo que se refuerza la colaboración y la coordinación intersectoriales. Como han señalado los ministros de Agricultura de la UE, la vacunación debe reconocerse como un componente fundamental de la política zoosanitaria, al mismo nivel que el tratamiento y la bioseguridad, y su uso debe promoverse activamente entre los ganaderos y el público en general.
A la luz de estos retos, AnimalhealthEurope, la asociación que representa a los fabricantes de medicamentos veterinarios, incluidas las vacunas, ha propuesto cuatro medidas clave para avanzar hacia un sistema más resiliente y preventivo para la salud animal en Europa.
- Debería existir un diálogo regular y estructurado entre la industria de la salud animal y las autoridades veterinarias. Esta colaboración ayudaría a anticipar la demanda y a aumentar la preparación. Al compartir datos, especialmente en el caso de enfermedades conocidas sobre las que se dispone de información de vigilancia, es posible realizar estimaciones tempranas sobre la aparición de enfermedades y sus posibles repercusiones. Este diálogo también facilitaría la planificación conjunta y fomentaría la confianza mutua. Lo ideal sería introducir mecanismos de reparto de riesgos e incentivos para ayudar a la industria a producir vacunas rápidamente y animar a los ganaderos a adoptar medidas preventivas, como la vacunación. Además, esto podría respaldarse con vías reglamentarias más flexibles, que permitieran una autorización más rápida de los productos necesarios durante las emergencias.
- Europa necesita un mecanismo específico de alerta y respuesta rápidas. Ante los primeros indicios de un brote transfronterizo de una enfermedad animal, los jefes de los servicios veterinarios (CVO) de los países afectados deberían poder ponerse en contacto inmediatamente con la asociación del sector. Esto permitiría celebrar una reunión urgente y coordinada para determinar la respuesta necesaria y aplicarla sin demora.
- La UE debe garantizar que la Ley de Sanidad Animal (Reglamento (UE) 2016/429), sea adecuada para hacer frente a los retos futuros. La evaluación en curso de este Reglamento ofrece una oportunidad clave para abordar sus limitaciones actuales. Dada la naturaleza cambiante de las amenazas para la salud animal, la ley debería permitir actualizaciones periódicas de la lista de enfermedades de declaración obligatoria, garantizando que refleje la realidad actual. También debería apoyar la creación y gestión de bancos de antígenos, vacunas y reactivos de diagnóstico para mejorar la preparación y la rapidez de respuesta.
- Es necesario un enfoque europeo más coordinado en materia de vacunación animal. En la actualidad, los Estados miembros responden de manera diferente a las mismas enfermedades, lo que puede obstaculizar el movimiento de animales dentro de la UE y, en algunos casos, prolongar la presencia de una enfermedad en el continente. Una respuesta de vacunación unificada a nivel de la UE permitiría una estrategia más eficaz y armonizada, evitando interrupciones innecesarias del comercio y mejorando el control de las enfermedades.
Mantener la salud de los animales y evitar sacrificios masivos debe ser una prioridad de la UE
Las enfermedades animales, especialmente aquellas con alta morbilidad o mortalidad, pueden tener graves consecuencias no solo para el bienestar animal, sino también para la seguridad alimentaria, el uso de antibióticos, la viabilidad económica de las comunidades agrícolas e incluso la salud pública. La Unión Europea no puede permitirse quedarse atrás. El aumento de las amenazas zoonósicas, el impacto del cambio climático y la creciente presión sobre la seguridad alimentaria exigen un cambio de paradigma: dar prioridad a la prevención y convertir la vacunación animal en una prioridad política, económica y sanitaria. Solo una Europa preparada, proactiva y coordinada podrá afrontar con éxito los retos futuros del sector agroalimentario.
Fuente: A Strategic Vision for the Future of Animal Health in Europe | European Livestock Voice