Defensores del clima instan al público a comer menos carne para salvar al medio ambiente. 
Una de las afirmaciones a las que recurren los que abanderan esta campaña es que la producción cárnica genera más gases de efecto invernadero que la totalidad del sector de transporte.
En este artículo, Frank Mitloehner, Profesor de Ciencia Animal y Especialista en la Extensión de la Calidad del Aire de la Universidad de California, Davis, aclara los hechos sobre la carne y los gases de efecto invernadero.

Leer el artículo completo en inglés en The Conversation