Las actividades ganaderas están profundamente enraizadas en las tradiciones rurales europeas, y están presentes en casi todas las zonas rurales de Europa, proporcionando una amplia diversidad de sistemas de producción según los contextos locales y geográficos. El sector ganadero contribuye de forma significativa a la economía europea (168.000 millones de euros al año, un 45% de la totalidad de la actividad agrícola), creando puestos de trabajo directos para 4 millones de personas, y apoyando de forma indirecta el trabajo de 30 millones de personas, sobre todo en zonas rurales. Las industrias europeas relacionadas con la producción animal (procesado de carnes y de leche, pienso para ganado) tienen un volumen de ventas de aproximadamente 400.000 millones de euros al año. En el futuro, la producción ganadera podría contribuir de forma significativa a la economía circular o la industria digital, creando nuevos defensores económicos europeos.

La producción ganadera y de alimentos también supone la mayor contribución de las zonas rurales a la balanza comercial de la UE. Por lo general, la Unión Europea es autosuficiente en lo que respecta a los productos de origen animal, y vende en mercados globales (19.500 millones de euros). Es exportador neto de carne de cerdo, productos lácteos, carne de ave y huevos. En un entorno internacional más complejo, mantener un sector ganadero dinámico es una cualidad imprescindible que favorece no solo a las zonas rurales europeas, sino a la totalidad de Europa, más allá del sector agrario. Gracias a su capacidad de exportación, la UE también puede fomentar altos estándares de seguridad alimentaria, medio ambiente, salud y bienestar animal, presionando a los países con los que mantiene relaciones comerciales a mejorar sus propios estándares.

Hoy en día casi tres cuartas partes de la población europea viven en zonas urbanas. Para el año 2050, se cree que un 80% de europeos vivirán en ciudades, haciendo de Europa la zona continental más urbanizada de todo el mundo, junto con Norteamérica. Entre las muchas razones que siguen impulsando el éxodo de comunidades rurales a ciudades, se cuenta la clara relación entre las urbes y un mayor nivel de ingresos. Una reducción en el sector ganadero podría contribuir directamente a un aumento de esta tendencia de urbanización. 

Fuentes:
European Urbanization Trends