Hoy en día todos los profesionales del sector ganadero en Europa están obligados a cumplir con legislación basada en conocimientos adquiridos de estudios sobre el bienestar animal. Los profesionales del sector ganadero, como en cualquier otro sector, necesitan poder contar con un marco predecible y estable. Por ello seguimos con el reto de formular una definición, basándonos en el progreso científico, que es el caso de esta definición desarrollada por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE):

«El término bienestar animal designa el estado en el que se desenvuelve un animal en relación con las condiciones en las que vive. Un animal se encuentra en un buen estado de bienestar si (como indica la evidencia científica) está sano, cómodo, bien alimentado, seguro, capaz de expresar un comportamiento innato y si no está sufriendo estados desagradables como dolor, miedo y angustia. Un buen bienestar animal requiere prevención de enfermedades y tratamiento veterinario, alojamiento apropiado, manejo, nutrición, manejo humano y sacrificio humanitario. Mientras que el concepto de bienestar animal se refiere al estado del animal, el tratamiento que recibe se designa con otros términos como cuidado de los animales, cría de animales o trato compasivo».

Un primer consenso científico general apareció en las Cinco Libertades del Comité de 1965, y siguen siendo un punto de referencia importante hoy en día.

Los puntos incluidos en las Cinco Libertades forman la base del proyecto de la Comisión Europea sobre la Calidad del Bienestar Animal (Welfare Quality Project). Como el mayor proyecto europeo de investigación sobre el bienestar animal, el propósito del Proyecto Europeo Welfare Quality es diseñar unos principios para valorar el bienestar animal. 

El punto crítico en cada una de estas aproximaciones, al igual que con otros acercamientos al concepto del bienestar animal, es que toman como punto de partida el punto de vista del animal. Antes de los años 60, se manejaban sobre todo conceptos como salud animal, que se centraban más en la percepción del dolor y sufrimiento visibles del animal, ofreciendo un enfoque más limitado, pero a la vez más directo al asunto, sobre todo para los ganaderos. De hecho, como los animales no pueden expresar sus sentimientos de forma directa, la definición y la valoración del bienestar animal dependía en gran medida de los resultados de las evaluaciones científicas. Con los progresos que se han hecho en el campo de la neurociencia, por ejemplo, nuestra base de conocimientos continúa creciendo, y por tanto la definición de «bienestar animal» no puede ser definitiva, pero seguirá siendo debatida y desarrollada.

Bienestar animal – Un concepto ético complicado 

El bienestar animal es un concepto subjetivo, y por tanto incluye un componente opinable que no se puede explicar basándose únicamente en la ciencia. Las preocupaciones éticas relacionadas con el bienestar animal se pueden asignar a tres grupos principales:

  • Salud y funciones básicas– Los animales deberían estar bien alimentados y tener un alojamiento adecuado, estar libres de heridas, lesiones y enfermedades, y relativamente libres de las consecuencias adversas del estrés.  
  • Estados afectivos de los animales– los animales deberían estar relativamente libres de estados negativos, que incluyen el dolor, miedo, malestar y angustia, y ser capaces de experimentar estados emocionales positivos.
  • Vida natural– los animales deberían poder expresar un comportamiento normal, sobre todo los comportamientos que les son naturales, en un entorno que está bien adecuado para la especie.

Fuente de la imagen: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4235121/

La mayoría de los científicos dedicados al bienestar animal están de acuerdo en que estos tres aspectos son importantes. Hay menos consenso, sin embargo, sobre dónde deberíamos establecer los límites dentro de cada aspecto. Por ejemplo, hasta qué punto se puede provocar dolor a corto plazo o mantener a animales sociales aislados para conseguir beneficios para la salud a largo plazo. Otro punto de discordancia se encuentra en el equilibrio que debe existir entre las cuestiones de bienestar animal y las cuestiones económicas.

En los debates acerca del bienestar animal, las personas tienden a asignar más importancia a cuestiones dispares, en parte porque las opiniones sobre el modo más adecuado de actuar están enraizadas en los valores humanos. Algunas personas dan más importancia a elementos como estar libres de heridas y enfermedades. Otras creen que la posibilidad de experimentar emociones positivas y el alivio del dolor son más significativos. Y otros consideran como fundamental que los animales tengan la posibilidad de llevar vidas relativamente naturales, pudiendo desarrollar comportamientos similares a sus homólogos que viven en la naturaleza y disponiendo de elementos naturales como parte de su entorno. Estas cuestiones conllevan criterios distintos que las personas utilizan para valorar el grado de bienestar animal. 

Por supuesto existen muchas coincidencias. Un animal con una enfermedad puede experimentar dolor, mientras que la buena salud es un buen punto de partida para experimentar emociones positivas. Igualmente, los comportamientos naturales pueden causar emociones positivas. Un buen bienestar animal puede contener elementos de las tres dimensiones, mientras que la fijación por un solo criterio puede derivar en un bienestar animal mal conseguido. 

Si miramos un ejemplo en particular, la mayoría de los “lobbies” para el bienestar animal están a favor de utilizar sistemas de cría en libertad. Para los ganaderos, veterinarios e investigadores, esta aproximación está muy limitada ya que la cría en libertad, a pesar de sus buenas cualidades, puede llevar a una mayor incidencia de enfermedades, una mortalidad más alta, y hasta crear estados emocionales negativos, por ejemplo en rebaños de animales jerárquicos.

Por esto los debates sobre el bienestar animal suelen ser más complejos de lo que pueden parecer. 

Fuentes:
INRA MAGAZINE • N°2 • OCTOBRE 2007
https://www.diva-portal.org/smash/get/diva2:18162/FULLTEXT01.pdf