Existen medidas de control rigurosas a nivel nacional y europeo y unas normas de bioseguridad muy exigentes para garantizar la sanidad animal. El sistema europeo de monitorización de la granja a la mesa abarca políticas clave para la gestión de la sanidad animal, y se apoya en una amplia variedad de soluciones preventivas, como vacunas o diagnósticos para la detección precoz, al igual que tratamientos terapéuticos.  Independientemente de la dimensión de la granja o el sistema, la buena sanidad animal depende por lo general de una buena gestión de la granja y de la cooperación continua entre todas las partes interesadas en Europa. 

Cada sistema tiene sus pros y sus contras. A modo de ejemplo, y al contrario de lo que algunos creen, los sistemas de cría en libertad pueden presentar varias complicaciones, aunque estas se pueden subsanar a través de una mayor vigilancia y unas medidas de bioseguridad más exigentes. Hay consenso general en que, independientemente de la dimensión de las granjas, animales más sanos significan una mejor producción, así que siempre le conviene al ganadero asegurar la buena salud y bienestar de sus animales.

Fuentes:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5607874/