El volumen bruto de antibióticos como medida no tiene en cuenta dos factores muy importantes:

  • La potencia o actividad del antibiótico: la mayoría de los antibióticos nuevos utilizados en la medicina humana son más potentes, y por tanto requieren una dosis menor que los antibióticos más antiguos utilizados habitualmente en la medicina veterinaria. Es decir, una «dosis terapéutica» de los nuevos antibióticos utilizados habitualmente en la medicina humana pesa menos que la «dosis terapéutica» equivalente de los antibióticos más antiguos utilizados habitualmente en la medicina veterinaria. Por ello es más revelador comparar el número de dosis terapéuticas utilizadas en cada sector.
  • Biomasa: la dosis de un antibiótico se calcula según el peso corporal del paciente. Por tanto, una vaca lechera que pesa 650 kg requiere una dosis mucho mayor que una persona que pesa 80 kg. El número de animales también influye. Los pollos, por ejemplo, aunque pesan mucho menos, son mucho más numerosos, y se producen miles de millones de pollos todos los años para su consumo en la UE. Debido a esto, los miligramos de antibióticos por kilogramo de peso corporal (mg/kg peso corporal) es una manera más acertada de medir el volumen que se utiliza.

Un informe reciente de la UE dice: «En 18 de los 28 países, el consumo teniendo en cuenta el factor de corrección calculado para la biomasa de una población fue más bajo o mucho más bajo en los animales destinados a la producción de alimentos que en los humanos; en dos países, el consumo fue parecido entre ambos grupos; y en los otros ocho países, el consumo fue más alto o mucho más alto en los animales destinados a la producción de alimentos que en humanos».

Fuente:
ECDC/EFSA/EMA second joint report on the integrated analysis of the consumption of antimicrobial agents and occurrence of antimicrobial resistance in bacteria from humans and food-producing animals