Las técnicas de cría modernas han logrado optimizar el crecimiento de las aves, la ingesta del pienso, junto a una buena sanidad y bienestar animal. Al contrario de lo que pueden creer algunas personas, y a diferencia de lo que a veces informan algunos medios, las aves de granja no tienen patas que se rompen fácilmente, ni tienen problemas para soportar su propio peso. La idea de que las aves no se pueden mover, comer o beber también es falsa, y no solo sería perjudicial para el ave, sino que iría en detrimento a la inversión del productor. ¡Ningún ganadero quiere perder animales!

En la selección se trabaja con los mejores rasgos genéticos para que los productores puedan producir pollos sanos. De hecho, criar aves sanas y resistentes es el objetivo de los productores avícolas para así cumplir con los estándares europeos de sanidad y bienestar animal, y a la vez fomentar técnicas de producción responsables y sostenibles. Puede presentarse alguna dificultad de crecimiento debido a las carencias nutricionales, pero se puede resolver con una mejor alimentación.

Una directiva de la UE de 2007 también establece unas disposiciones mínimas para la protección de los pollos destinados a la producción de carne.  El propósito es reducir la aglomeración al establecer una máxima densidad de población, y de asegurar un mejor bienestar animal a través de requisitos tales como la iluminación, la cama, el pienso o la ventilación.

Fuentes:
Directiva 2007/43/CE del Consejo de 28 de junio de 2007